En mi escuela soy la única chica pelirroja (en mi turno, al menos) y no tengo nombre. Estoy segura de que todos saben cómo me llamo pero prefieren llamarme: "Roja" "Valiente" "Mérida" "Rosita Fresita" y semejantes. Esto a veces es muy molesto pero al mismo tiempo me hace sentir especial.
En clase todos los maestros me ubican por mi cabeza y eso es increíble.